Hay un camino que parece derecho, pero que lleva a la perdición.
Hay un camino que va en contra del pensamiento humano y esfuerzo, sin
embargo, es el camino que lleva a la vida eterna y la salvación.
Hermanos, si fuéramos del mundo entonces el mundo nos recibiría.
Pero porque no somos de este mundo el mundo no puede entender nuestra manera y mucho menos recibirnos.
Este mundo no es nuestro hogar. Somos ciudadanos del Reino de los Cielos.
Estamos a pocos peregrinos que pasan por este mundo en nuestro camino a la tierra prometida.
Somos peregrinos y extranjeros en una tierra extranjera.
No pertenecemos a ninguna religión acordado por los hombres, pero en su lugar pertenecemos a Dios.
Si pertenecemos a Dios entonces debemos obedecer su voz.