Deje que el flujo de la paz como un río en mi alma, Oh Señor.
Paz, paz, paz, paz real.
La paz trae belleza al hombre interior.
Sin paz un hombre religioso es semejante a un sepulcro blanco lleno de huesos de muertos.
El que es sin paz en el interior pasará su vida tratando de escapar de sí mismo.
Sin paz una vida puede ser semejante a un infierno en la tierra.
valorar la paz, porque sin ella todo el amor y la alegría pueden ser destruidos en su vida.