A medida que el sol sale por el este cada mañana amanece un nuevo día.
El brillo de su luz ilumina todas las cosas y su luz no puede ser extinguido.
Tampoco se requiere la ayuda de hombre o bestia de brillar e iluminar el nuevo día.
Cuando Jesucristo vino al mundo un nuevo día amaneció sobre todo el mundo.
Todos los esfuerzos por extinguir su luz fueron y son en vano.
Su luz ilumina la vida de todo y de todos.
Que la luz de Jesús ilumina tu vida.