Levanten sus voces y cantar la gloria del Señor, porque Él es digno de toda alabanza.
Él ha derribado el muro que nos separa de Dios y Él ha tendido un puente
entre Dios y el hombre que nos da acceso a Dios nuestro Padre.
Él es digno de toda alabanza.
Él nos ha purgado de nuestros pecados y ha pagado por su muerte en la
cruz por nuestros pecados redimirnos de los fuegos eternos del infierno.
Él es digno de toda alabanza.
Por su resurrección Él se ha establecido como el Santo Templo y el Altar
de El Altísimo Dios, que por medio de él podemos adorar a Dios.
Él es digno de toda alabanza.
Levantad vuestras voces y cantar la gloria del Señor Jesucristo, porque Él es digno de toda alabanza. Aleluya.