Crea en mí un corazón nuevo, Señor.
Un corazón purgado de todo mal, el deseo de tener las cosas a su manera.
Un corazón lleno total del bien, el deseo de hacer las cosas como Dios.
Los malos tratar de medrar, mientras que la buena buscan avanzar el Reino de Dios.
Nuestras propias voluntades son siempre en oposición a la voluntad de Dios.
Cuando tratamos de hacer nuestra propia voluntad, hacemos malas obras.
Para hacer la voluntad de Dios, tenemos que morir a nuestra propia egoísta voluntades diario.
Nuestra propia voluntades son siempre egoísta.
La voluntad de Dios es siempre desinteresada.
Esta es la razón por la orgullosa y altiva no tienen lugar en el Reino de los Cielos.
Todo lo que una persona orgullosa no obstaculizar la maravillosa obra de Dios.
Sé humilde y oran.