Oh Señor!
El Señor es mi pastor, mi guía, y mi amigo en el momento de necesidad.
Él siempre está ahí para ayudarme a través de todas las dificultades y me mantiene de todo daño.
Él me levanta cuando me he caído y restaura mi alegría en el momento de tristeza.
Él me lleva de la mano y me lleva más allá de esos lobos espirituales a
lo largo camino de la vida que buscan destruir mi alma y pasar de forma
segura y sin ningún daño.
Él me mantiene en el camino recto y estrecho que conduce a El cielo y la vida eterna.
Él da la libertad espiritual sin la liberalidad de la izquierda ni la dura aplicación de la ley moral de la derecha.
Ambos se tratará de eliminar la libertad de seguir a Dios con un corazón lleno de amor.