¿De dónde vendrá mi socorro, sino del Señor?
Él me ayudará a través de todas las dificultades de mi vida y me levante de cada hoyo que he caído en.
Él estará junto a mí en el tiempo de angustia y ser mi protector de los embates de la maligno.
Él me fortalezca por el poder de su mano derecha y me consuele en el momento de necesidad.
Él me guía a través de los caminos oscuros de mi vida terrenal y sea mi compañero a través de sus noches solitarias y frías.
Él mostrará Su amor en los tiempos de amargura e imputar su alegría en los momentos de tristeza.
El Señor es mi ayudador y mi amigo.
¡Alabado sea su Santo Nombre.