Vendrá un día en que el Señor nuestro Dios derramará Su
juicio sobre la faz de todo el mundo y sus habitantes harán lamentación
por la multitud de calamidades que se plagado de ellos.
¡Ay de los habitantes de la tierra para los que han cometido un gran pecado y dieron la espalda a Dios el Señor.
¡Ay! El mundo entero está en la depravación del pecado y se niega a considerar la maldad de sus formas.
Como fue en los días de Sodoma y Gomorra, y en los días de Noé, así será
cuando el Señor venga a vengar la sangre de los santos.
¡Ay! Los gobernantes y líderes verán la señal de la venida
ira del Cordero de Dios, y clamarán a las rocas que caigan sobre ellos
para protegerlos de la ira de Dios.