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Un día de regocijo

     

Oh Padre Celestial! Usted es verdaderamente más glorioso y magnífico.
Mi corazón salta de alegría ante la sola idea de celebrar, el día de la resurrección, Su Reino eterno.
¿Qué clase de amor Usted ha depositado en nosotros para que seamos llamados a ser sus hijos?
Todavía no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero cuando aparece en su aspecto glorioso, seremos semejantes a ti, porque te veremos tal como eres.
Todo el que tiene esta esperanza en él, se hace santo, tal como eres Santo.
En ese día tú serás llamado el Santo de los Santos, el Rey de reyes y Señor de señores, más magnífico.
Lo que un día de júbilo que el día de la resurrección será.
Por esta corrupción se vestirá de incorrupción y esto será deshonrado vestido de gloria.
Aleluya. ¡Alabado sea el Señor!

© 10/01/2001 Jim Welch
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